El Posesivo

El español tiene dos formas de posesivos: una átona y una tónica. Entre ellas se distinguen por su comportamiento formal, su significado y las diferentes funciones que tienen.

La forma átona: siempre se coloca antes del sustantivo que determina y nunca va acompañada por otro determinante del sustantivo.

La forma tónica: se puede presentar sola o siguiendo a un sustantivo. También se la puede encontrar sola junto a un determinante del sustantivo.
Para acceder a la lección pincha: La forma tónica del posesivo.

La Forma Átona del Posesivo

Morfología

Persona a la que corresponde el sustantivoSingularPlural
Yomimis
tutus
Él / Ella / Ustedsusus
Nosotros / Nosotrasnuestro/anuestros/as
Vosotros / Vosotrasvuestro/avuestros/as
Ellos / Ellas / Ustedessusus

Posesivo átono + sustantivo al que determina

Ejemplos:
–          Mi perro. Mis perros.
–          Tu hermana. Tus hermanas.
–          (Él / Ella / Usted) Su hijo. Sus hijos.
–          Nuestro profesor. Nuestra profesora. Nuestros profesores. Nuestras profesoras.
–          Vuestro padre. Vuestra madre. Vuestros padres. Vuestras madres.
–          (Ellos / Ellas / Ustedes) Su casa. Sus casas.

¿Cuándo se emplea la forma átona del posesivo?

  • El uso de la forma átona del posesivo puede indicar “relaciones extralingüísticas” que pueden ser de varias tipologías. A seguir te mostramos algunos ejemplos de los diferentes usos:
  • 1)      Posesión:
    –          ¿Mamá, dónde está mi cuaderno de matemáticas?

    2)      Parentesco:
    –          No suelo ir a la discoteca porque mis padres no me lo permiten.

    3)      Relación de pertenencia respecto a un grupo, colectividad, etc.:
    –          En mi clase no hay muchos estudiantes.
    –          En mi barrio tengo muchos amigos.

    4)      Objetos que usamos regularmente o que han sido atribuidos temporalmente:
    –          Este es mi vaso.
    –          Se ruega a los señores pasajeros que vuelvan a sus asientos, pues hay demasiada gente en el lado derecho y el avión va ligeramente escorado hacia ese lado.

    5)      Relaciones con instituciones:
    –          Los profesores en mi escuela son muy severos.

Usos del posesivo: Con más detalle

  • En todos los usos de los posesivos es esencial que haya conocimientos previos por parte de los hablantes, porque se presupone que se sabe cual es la relación entre el posesivo, el sustantivo y la persona considerada. De lo contrario sucedería como se ve a seguir:
  • A:- Anoche no pude ir con vosotros al cine porque mi suegra me pidió que le ayudara.
    B:- ¿Estás casado? No lo sabía…

  • En cambio, cuando se trata de un sustantivo que se presupone socialmente accesible para todas las personas, no se crea ningún conflicto en el entendimiento de los hablantes.
  • A:- ¿Qué buscas?
    B:- Mi abrigo, estaba junto a los otros y ya no está…

  • Se usan los posesivos también cuando se ha planteado la relación que el hablante tiene con el sustantivo, la cual se presupone como relación unica.
  • A:- ¿Me podrías explicar cómo se resuelven estos problemas de matemáticas?
    B:- No entiendo mucho de esta materia, pero tengo un amigo que la sabe muy bien.
    A:- ¿Tu amigo estará disponible hoy mismo?

Usos de los posesivos átonos para referirse a las partes del cuerpo y a la ropa.

Cuando NO se puede usar el posesivo átono

No se usa el posesivo para referirse a las partes del cuerpo o para hablar de la ropa de uno porque esta pertenencia es obvia.

Ejemplo:
–          Me lavo las manos (y no: “*me lavo mis manos”, porque por naturaleza todos tenemos manos. Además el pronombre reflexivo indica que el sujeto no es solamente el ejecutor de la acción sino también la meta de la acción del verbo)
–          Me pongo el abrigo y estoy lista. (y no: “*me pongo mi abrigo y estoy lista”, aunque la pertenencia del objeto es menos evidente, se presupone que si alguien se viste utiliza sus propias prendas.)

Cuando SÍ se puede usar el posesivo átono

Sí se usa el posesivo:

  • En caso de ambigüedad o de especificación.
  • Ejemplo:

    Al caso de: “Me pongo el abrigo y estoy lista”, que se entiende que vestirá su propio abrigo, para especificar cual “abrigo” usará, se utiliza el posesivo.

    –   Me pongo tu abrigo y no el de Sandra.
    –   Me pongo tu abrigo, si no te molesta prestármelo.
    –   Me pongo mi abrigo y no el de Sandra. (Si por ejemplo anteriormente se ha discutido de cuál abrigo tenía que usar)

  • También, entre:
  • –   Adoro tus ojos. (son los tuyos y no los de los otros)
    –   Adoro los ojos. (se refiere a “los ojos” en general)

  • Con fines estilísticos, pero solo si no hay otros pronombres que indiquen la relación de pertenencia.
  • Ejemplo:
    –   Mi corazón palpitaba muy fuerte…
    –   El corazón me palpitaba muy fuerte…
    –   Vi sus ojos y me enamoré.
    –   Le vi a los ojos y me enamoré.

  • Cuando se quiere comparar.
  • Ejemplo:
    –   Mis ojos no son tan azules como los tuyos. (tus ojos)
    –   Mi nariz es más pequeña que la de Natalia.

Pon en práctica lo que has aprendido: Ejercicios: “Posesivos”

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